Cuando un pequeño comercio pasa de escribir sus recibos a mano y usar una caja para almacenar estos, a ingresar las ventas en un sistema de contabilidad basado en la nube o una tienda de comestibles digitaliza su proceso de inventario o inicia la comercialización de sus productos a través de un e-commerce, la empresa experimenta una transformación por iniciar el uso de lo digital.
El uso de lo digital es la habilitación de la tecnología para adaptarse con éxito a las ‘expectativas digitales’ de los consumidores. La habilitación para un pequeño comercio puede incluir:
- Actualización digital de procesos y flujos de trabajo integrando automatización o digitalización.
- Uso de redes sociales y sitios web para marketing maximizando la presencia en línea / invertir en la experiencia de su cliente al cubrir todos sus puntos de contacto digitales (Twitter, Facebook, anuncios en línea, Instagram, correo electrónico, YouTube, etc.).
- Recopilación y comprensión de datos de clientes, redes sociales, sitios web, operatividad.
- Ofrecer nuevos productos y servicios digitales a través de canales digitales.
- Desarrollar las competencias digitales tanto de la empresa como de sus colaboradores.
Estos cambios requieren reimaginar, adaptarse al clima actual, superar los desafíos y adoptar soluciones que pueden ayudar a prosperar en un entorno altamente cambiante. La simplicidad de la transformación digital es que no es una propuesta de todo o nada. Personas y empresas lo han estado haciendo durante años, en la simple adopción de teléfonos o cualquier tipo de equipo electrónico. Para mantenerse al día, tanto las empresas como los trabajadores deben encontrarse con sus audiencias donde estas hacen vida y estar atentos hacia dónde se dirigen.
No participar en lo anterior podría eventualmente erosionar su capacidad para mantenerse relevante. Si es un trabajador, sus habilidades pueden volverse obsoletas. Y si bien su renacimiento digital no tiene que ser monumental, tiene que existir, o otros le ganarán en la carrera.
La transformación digital garantiza que las PYMES puedan seguir brindando valor a los clientes al mismo tiempo que respaldan sus comportamientos y necesidades cambiantes. La transformación digital para las pequeñas empresas comienza con una estrategia y una hoja de ruta clara.
Ignorar la DT ya no es una opción: las pequeñas empresas están utilizando la tecnología para cambiar, mejorar lo que hacen y cómo lo hacen y, como resultado, se benefician de ello.